Conversamos con Georgina Priori, médica pediatra y vecina de Pilar que junto a su familia y vecinos denuncian que un campo lindero al barrio Larena Country Club donde viven fumiga con agroquímicos a una distancia criminal: el cultivo llega al borde del alambrado y hay casas a menos de 10 metros. Exigen que en Pilar exista una ordenanza que regule las fumigaciones y promueva la agroecología.

Una parrilla de uso comunitario en el barrio Larena Country Club. La fumigación llega a pocos centímetros de la parrilla.

“Mi nombre es Georgina Priori, soy médica Pediatra y hace 5 años me mudé a Pilar en busca de un lugar donde pueda conectarme con los procesos de la Naturaleza y vivir sanamente. Luego de una gran búsqueda encontramos el Larena Country Club y fue donde con mi compañero decidimos hacer nuestro hogar y desarrollar nuestra familia.

Al tercer año de vivir aquí, una mañana Bruno, mi compañero, vio pasar un camión rociando un producto de olor fuerte junto al alambrado que nos separa del campo lindero…donde se cultiva soja. Era el 15 de febrero, también otros vecinos avisaron en el chat del barrio para que no salgamos, terrible. Durante la pandemia, es decir, durante lo que hasta ahora fue lo peor de la pandemia, no los habíamos visto. Empezamos a averiguar y nos enteramos que nos estaban fumigando, sin ninguna distancia ni protección, sin aviso, a quemarropa, sin reparo por la vida que los rodea, plantas, animales, personas…. Envenenado agua, tierra, aire…. Un ecocidio”.

El cultivo de soja linda con el barrio residencial y lo atraviesa un arroyo: es la Parcela 116 a .


“Eso me generó mucha bronca, tristeza, desesperación. Después de muchos años de trabajar como médica viendo los daños que estos productos producen en los niños y pocas veces son atribuidos al impacto ambiental, me movilizó. Y juntos comenzamos a contactar personas que también pelean por ambiente libre de tóxicos. Y justamente eso, un ambiente es lo que hace que nuestro cuerpo crezca sano y continúen los ciclos de la vida.
Lo hacemos no sólo por nosotros, nuestros hijos, las demás personas y seres vivos, cuidamos el ecosistema por convicción y también por obligación como ciudadanos”.


Un camión mosquito fumiga junto al barrio Larena Country Club en Pilar.

“Sin dudar llamamos a Romina Martínez, de Amaranto, la cooperativa agroecológica que nos trae alimentos orgánicos y deliciosos hace algunos años. Ella nos orientó y junto a Pablo Bobadilla, de la huerta agroecológica Buen Corazón, comenzamos esta idea de limitar, alejar, reconvertir la producción tóxica en orgánica. Brindamos esta idea a los vecinos, al administrador y al consejo del Country para que juntos podamos lograrlo. No sólo Larena cc se ve afectado, entendemos que iniciar nosotros es la forma para contagiar esta onda verde. Entendemos que otras personas, otros barrios y la escuela pública vecina están dentro del área, hasta dos arroyos.
Contactamos también a la Asociación Civil Organización de Ambientalistas Autoconvocados de Pilar, y fuimos a hacer la denuncia penal de este hecho ilegal refiriéndonos a leyes provinciales y artículos de la constitución existentes, y la compartimos denunciando en demás entes regulatorios del país y la provincia. Exigimos que en Pilar exista una ordenanza que nos proteja alejando este veneno.
Estamos trabajando en un proyecto que vamos a presentar al Concejo Deliberante de Pilar. Nuestra expectativa de vivir en salud y armonía rodeados por un ecosistema puro y diverso continúa vigente. Seremos responsables de lograrlo”.

Ángel Bruno Assman y Georgina Priori junto a sus hijas. La familia exige que el Estado proteja el ambiente.

“Este es un lugar único por su frondosa flora y bella fauna. El lugar ideal para que los niños crezcan con la naturaleza, entendiendo, validando y respetándola. Conociendo y aprendiendo de la diversidad, el comportamiento de los animales, plantas, árboles, vientos, agua, del silencio y de ella mismas cómo integrantes del todo, en conjunción con esos procesos armónicos. Conectándose, descubriendo e intuyendo lo sutil y grandioso de los ciclos de la vida. Simplemente respirando, viviendo naturalmente cada día a la vez. Felices.

¡Juntos podemos ser y hacer salud!”