Te traemos la guía definitiva para conservar hojas verdes en la heladera y congelarlas sin perder su vitalidad. 🌿🌬️

Conservación en la Heladera: Mantené tus Hojas Verdes Frescas y Crujientes

  1. Consejo 1: Para mantener la frescura crujiente de tus verduras de hoja verde como la espinaca, adoptá este truco: almacená las hojas en un recipiente junto con una servilleta de papel seca. La servilleta absorberá la humedad en exceso, preservando la textura y evitando que las hojas se marchiten.
  2. Consejo 2: ¿Tenés vegetales de tallo en la lista? Sumergí la base de esos vegetales, como espárragos, puerro, acelga, cebolla de verdeo y apio, en una taza con unos 5 cm de agua. Refrescá el agua cada dos días para mantenerlos hidratados y frescos por más tiempo.
  3. Consejo 3: Si tus frutillas, arándanos y uvas maduran rapidamente si tienen su tallo: retirales la parte verde o el tallo. Luego, antes de guardarlas, sumergilas en agua con una cucharada de vinagre, secálas con cuidado y guárdalas en un recipiente hermético en la heladera para una vida más larga y jugosa.
  4. Consejo 4: Las hierbas aromáticas merecen un cuidado especial. Envolvelas en un repasador humedo y guárdalas en la heladera. Este truco ayuda a mantener sus aromas y frescura.
  5. Consejo 5: ¡Evitá la aglomeración de verduras en la heladera! Las reacciones químicas pueden desencadenar un desajuste en sus ciclos de maduración. Mantenelas separadas para conservar su frescura y calidad durante más tiempo.

    Si no disponés de un recipiente hermetico ni papel absorbente, se puede optar por una bolsa plástica de esas que siempre hay muchas en las casas, o por papel film y bandejitas de esas que tambien hay. la intención de todos estos consejos es lograr que no pierda rápidamente la humedad de los vegetales.

Congelación de Hojas Verdes: Preservando su Vitalidad para Futuras Creaciones

  1. Blanqueo de las Hojas: Llevá una olla grande de agua a ebullición. Prepará un bol con agua fría y hielo. Sumergí las hojas verdes en el agua hirviendo durante 1-2 minutos para blanquearlas. El blanqueo ayuda a mantener el color y la textura de las hojas mientras las congela.
  2. Enfriamiento Rápido: Retirá las hojas blanqueadas con una espumadera y sumergilas inmediatamente en el bol de agua fría y hielo. Esto detiene la cocción y fija el color.
  3. Dividir en Pequeñas Pelotitas: Escurrí las hojas y formá pequeñas pelotitas. Esto ayudará a medir las porciones cuando las necesites.
  4. Congelación: Colocá las pelotitas en una bandeja y ponelas en el congelador durante una hora para que se congelen por separado.
  5. Empaque y Etiqueta: Una vez que las pelotitas estén congeladas, colocalas en bolsas herméticas para congelar. Asegurate de etiquetarlas con la fecha para un seguimiento fácil.

Con estos consejos en tu repertorio, podrás disfrutar de hojas verdes frescas durante más tiempo y tener la comodidad de hojas congeladas listas para dar vida a tus platos en cualquier momento.